- Giselle
- Casi 18 años
- Humana
- Es bastante autodidacta, de personalidad infantil, suspicaz y curiosa, casi siempre ignora las consecuencias de lo que conllevan las cosas (pero siempre las afronta), pues en su afán de descubrir, aprender e inventar no tiene límites. Hiperactiva y extrovertida, independiente y auto suficiente como solo la calle puede enseñarte. Le gustan: los animales, las plantas, todo lo que tiene vida, lo paranormal y vivir la vida  carpe diem. Es un ser errante por naturaleza, nunca se esta en un lugar por mucho tiempo, no le gustan las presiones de ningún tipo, ni estar atada a nada ni a nadie. Siempre esta sonriente y persistentemente busca y lucha por lo que quiere, casi nunca habla de ella, ni de sus sentimientos, ni de lo que le pasa, ni de su vida, en fin, nada relacionado con ella. Contradictoria en la filosofía del amor, una vez alguien le contó lo que ella sabe de el y desde ese entonces le espera, al mismo tiempo no, el solo hecho de quedarse le da mala espina.   No le teme a nada, si quiera a morir o algo por el estilo y posee unas manos y mente bastantes ágiles, ambos rasgos la hacen un ser impredecible. Casi siempre termina haciendo lo que le parece, además de ser bastante impulsiva y solo un poco, poquitísimo torpe… 

Su historia pasada es un verdadero misterio, pues al ser tan reservada de si, errante y desprendida no existe persona viva que la conozca a ella y su historia por completo. Desde pequeña su madre un alma libre, naturista y activista le inculco la fe en lo invisible, aquella cosas que no se ven pero que sin embargo están allí y nos rodean, nos observan, vigilan, depredan o nos cuidan sin religión fija... Basada en su niñez alimentada por las historias de su madre, creció sintiendo que se estaba perdiendo algo, caminando por el mundo como un ciego en la oscuridad, alejada de la verdadera realidad y teniendo la certeza de que habían cosas más allá que los demás no veían y que ella sabia que estaban allí aguardando en aquella oscuridad y con ese pensamiento entre ceja y ceja ha estudiado, entrenado y vivido. Se ha leído estantes y estantes de libros intentando descubrir los secretos que por desgracia ella no puede recrear como su madre lo hacia en sus recuerdos.
Un día en la biblioteca descubrió un libro de ocultismo bastante viejo al parecer, libro que le obsesionaba, pues parecía contener todas las piezas que faltaban en todo este puzzle de cosas oscuras… Fue por esos tiempos cuando recreo una de los hechizos de aquel libro y un demonio llamado Boris le encontró. Giselle determinada a no dejarle ir por desasosiego a perder este efímero ser irreal y volver a la mentira después de saber que tenia la razón, decidió seguirlo incansablemente por el convulsionado mundo de la oscuridad ganándose un lugar nimio, pero lugar al fin y al cabo, en una especie de guerra sin cuartel por el dominio de los cielos, el infierno y la tierra, a las puertas de un apocalipsis casi inminente.
Sin embargo a pesar de esta guerra y apocalipsis a la vuelta de la esquina, Giselle tiene otras cosas de las que ocuparse como por ejemplo:  ganar la apuesta y recuperar su alma que pende en las caprichosas manos de Zeth, la hechicera.